Instituto de Consumo

CHARLA: Estrategias de protección de la biodiversidad y valorización del patrimonio agroalimentario

Publicado el 19 mayo 2015

El Instituto de Consumo de la Universidad de San Martín de Porres organizó la charla “Estrategias de protección de la biodiversidad y valorización del patrimonio agroalimentario” que contó con la participación de Paolo Di Croce, Secretario General de la Fundación Slow Food.

Slow Food es una organización sin fines de lucro que tiene como finalidad promover la cultura de alimentación de calidad y defiende la necesidad de información por parte del consumidor. Bajo esta premisa, sus miembros trabajan para que todas las personas del mundo tengan acceso a una comida buena, limpia y justa.

Para dejar claro el objetivo de su organización, el expositor puso un ejemplo al público sobre una de las comidas chatarra más populares: las papas fritas. Éstas son un símbolo de globalización, sin embargo es uno de los productos más caros del mundo y tiene impactos en la salud de las personas y en el medio ambiente. Por esta razón, es importante saber de dónde provienen los alimentos que consumimos, leer las etiquetas y mantenernos informados sobre los procesos de producción y de compra a los campesinos.

Es por esto que el movimiento Slow Food impulsa la producción, distribución y compra responsable mediante modelos artesanales de cultivo que no perjudican el medio ambiente, dando valor al esfuerzo de los campesinos productores. Además de promover la alimentación sana y el placer vinculado a comer.

Di Croce resalta que “1.5 mil millones de personas en el mundo tienen problemas de salud por no alimentarse correctamente. La globalización ha contribuido al consumo excesivo de fast food que conlleva a problemas de obesidad y enfermedades cardíacas. Por otro lado, a nivel mundial se produce comida para 12 mil millones de personas y 840 millones sufren de hambre”.

Teniendo en cuenta esta información, el ponente y su organización buscan cambiar la mentalidad de los consumidores para que estos se vuelvan más responsables a la hora de comprar. Asimismo, buscan combatir los problemas que trae consigo la fiebre del fast food, promoviendo el consumo de alimentos orgánicos y contribuir a la erradicación del hambre en el mundo a través de productos accesibles a todos.

El mensaje que deja Paolo Di Croce y Slow Food incentiva a los consumidores tradicionales a convertirse en coproductores de alimentos saludables, que no contaminen el medio ambiente y con un precio justo para productores y consumidores.